Milan Kundera se incorpora a la ficticia corte de Redonda
MADRID [AGENCIAS/EL COMERCIO]. El escritor checo Milan Kundera fue el ganador del X Premio Reino de Redonda, del que se hizo acreedor "por la gran calidad de su obra de ficción, que refleja las ambigüedades y contradicciones de los individuos de nuestro tiempo, tanto bajo regímenes dictatoriales como democráticos".
Este galardón, instituido por el escritor español Javier Marías para distinguir el conjunto de la obra de un escritor o de un cineasta extranjero, está dotado con 3.000 euros y conlleva también la adopción por el premiado de un título nobiliario ficticio que él elija, que en este caso es el de duque de Amarcord.
El autor de "La insoportable levedad del ser" escogió este título como salutación a Fellini y ha declarado sentirse "agradecido, honrado y divertido" por la concesión de este premio que lo incorpora a un reino inexistente.
LA HISTORIA DEL REINO
En 1865, para celebrar el nacimiento de su primer hijo, el banquero de la isla de Montserrat Matthew Shiel compró la isla de Redonda, en el mar del Caribe. Redonda, descubierta por Colón en su segundo viaje, es poco más que una gran roca en el mar —con apenas 3 kilómetros cuadrados de superficie— poblada básicamente por alcatraces y lagartijas. Pero el banquero tenía ansias de grandeza y por eso le solicitó a la reina Victoria que lo nombrara rey de Redonda, a lo que la monarca accedió, siempre y cuando el nuevo soberano nunca intentara rebelarse contra el poder colonial (lo que lo hacía, ciertamente, todo menos soberano). Cuando el primogénito de Shiel, Matthew Phipps Shiel, tenía 15 años, heredó el reino y con el tiempo se hizo escritor. Ya mayor, M.P. Shiel le cedió los derechos de su obra y el título de rey de Redonda a un joven protegido suyo, también escritor, llamado John Gawsworth, en 1947. Años más tarde, Gawsworth (o Juan I de Redonda) a su vez le cedería los derechos de su obra y los de Shiel, más el preciado título real, a John Wynne-Tyson (Juan II), quien, cansado de los problemas que le acarreaba el título (sucede que su antecesor, habitualmente borracho, le vendía el título a sus acreedores), decidió cedérselo al escritor español Javier Marías, quien había incorporado a Gawsworth como personaje en su novela "Todas las almas". Así, en 1997, Marías se convirtió en Javier I, amo y señor del reino de Redonda, situación que incorporó como tema en su novela "Negra espalda del tiempo".
UNA CORTE INTELECTUAL
Como entre las potestades del rey de Redonda se cuenta la de designar a los miembros de la nobleza, Marías se ha pasado los últimos años designando duques y duquesas en su reino, todos ellos escritores o cineastas a los que conoce y admira y a quienes da la opción de escoger el título que prefieran. Por eso, Mario Vargas Llosa es el duque de Miraflores (distrito emblemático en muchas de sus novelas), mientras que Francis Ford Coppola es el duque de Megalópolis (la película que sueña con hacer desde hace años), Pedro Almodóvar es duque de Trémula (por su filme "Carne trémula") y Guillermo Cabrera Infante es duque de Tigres (por "Tres tristes tigres").
Marías, por su parte, se considera un rey republicano y exento de patriotismo y le ha negado sistemáticamente cualquier título a toda aquella persona que se lo haya pedido, pues ha declarado que no se fía de quienes tienen aspiraciones nobiliarias, aunque sean de ficción